Empecé a escribir las primeras palabras en un destartaldo vagón de tren. Podría estar en cualquier lugar, pero no donde estaba llegando y, como siempre, me sigue gustando la sensación . Y así, de repente, me di cuenta de todo el tiempo que llevo sin escribir una página mientras estoy de viaje.
Un buen amigo me dijo hace ya unos cuantos años que lo más increíble de viajar era eso raro que le recorre a una el cuerpo - eso inexplicable, de hecho- de tener la certeza de estar en otro lugar. Lo más importante y verdadero.
Ahora que todo parece un comienzo aunque esté acabando, a pesar de que viajar sea por trabajo, lo cual es también una suerte. Sólo puedo gritar!!! ¡Estoy feliz! feliz de seguir manteniendo un poquito de lo que siempre fui.
Yo que siempre quise
una maleta para mí
una maleta para mí
cargada de mis sueños y recuerdos.
Yo que siempre quise
un lugar en el que empezar de nuevo.
Este momento en el que podría
volver a desear
un yo desconocido
al que enganchar mis movimientos
ahora que todo podría volver a ser otro
retroceder en mis pasos
recuperarme.
Sin esperarlo.
Yo que siempre quise
un lugar en el que empezar de nuevo.
Este momento en el que podría
volver a desear
un yo desconocido
al que enganchar mis movimientos
ahora que todo podría volver a ser otro
retroceder en mis pasos
recuperarme.
Sin esperarlo.
Yo que siempre quise
un amor
apoyado en una farola lejana.
Y lo veo irse
para no cocerlo
Ahora sólo me quedo yo
con la música
en una plaza llena de gente
un amor
apoyado en una farola lejana.
Y lo veo irse
para no cocerlo
Ahora sólo me quedo yo
con la música
en una plaza llena de gente
sin escuchar apenas.
Y silencio.
La maleta, cerca.
Deseo volver
aunque sea por un momento
a la que soy
a lo que tengo
a lo que no quiero ser
a lo que no fue
La maleta, cerca.
Deseo volver
aunque sea por un momento
a la que soy
a lo que tengo
a lo que no quiero ser
a lo que no fue