viernes, 7 de diciembre de 2012

Tiempo



6Dic1t. El tiempo


Lo relativo. No es total ni absoluto y depende de una serie de factores, elementos o circunstancias

De nuevo retomo lo que empecé a escribir ayer sobre...ayer, cuando me despertaba sobresaltada, pensado "nooooo el despertador, llego tarde" para experimentar ese pequeño placer al darte cuenta de que puedes volver a enredarte en las mantas y dormir un rato más.

Me acordaba también de que unos días antes había celebrado un cumpleaños tardío con unos buenos amigos.

31 no son nada y al revés son 13, mi número de la suerte

El tiempo pasa sí, pero no quiero recrearme en el pasado para sufrir por lo que no hice o no he conseguido según unas normas (sociales) que al final me impongo porque quiero. Volveré al pasado cuando me apetezca pero, sobre todo, para aprender y tener un buen futuro.

El tiempo pasa rápido, a veces demasiado, o demasiado despacio. Hay momentos en los que podía detenerse.

Recuerdo a mi caracol Serafín:  

Érase una vez un caracol
que buscaba el tiempo perdido
lento avanzaba, lento
para no perder su camino
Yo quiero ser caracol
y que mi tiempo no esté perdido
avanzando lento lento
siguiendo bien mi camino

Y a proposito del jueves, ya es viernes. Feliz fin de semana.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Diario visual



Hoy en mi flickr ha nacido una nueva idea. Si soy capaz, diariamente voy a publicar una fotografía de algo que haya visto a lo largo del día. Un diario visual que refleje un instante vivido ya sea bueno o malo, regular, aburrido, emocionante,... cuantas más sensaciones, mejor!

La estación de tren de Villalegre es la foto de ayer, rescatada hoy. Fue un momento, entre las prisas que arrastro últimamente, de paz, congelada de frío, pero en medio de uno de esos breves momentos en los que flipas con lo bonito que puede ser el lugar más inesperado. Además, claro está, de todas las connotaciones positivas que tienen las estaciones de tren para mí.

La otra foto la saqué hoy por la mañana, al lado de mi casa, al lado de uno de los pocos chigres auténticos que siguen quedando en esta ciudad. Es todo lo entrañable y curioso de sentirme una no urbanita nunca más.


jueves, 25 de octubre de 2012

O de Octubre, Otoño


















Se acaba mi mes. Y digo mío, en primer lugar porque hace pocos días soplé velas imaginarias, entre unas y otras razones, este año no hubo celebración cumpleañera. De todas formas bienvenidos 31!

En segundo lugar, porque me encanta.

Me gustan las hojas por el suelo. Recuerdo ir por todo el parque Ferrera dándoles patadas de camino al colegio.

Aunque no siempre, me gustan las tardes lluviosas, creo que favorecen los encuentros agradables y cálidos.

Me gusta el otoño porque en mi mente siempre se dibuja una imagen anaranjada.

Me gusta porque es melancólico y la melancolía es bonita.

Me gusta porque dije "este mes empiezo a escribir de nuevo" y lo voy cumpliendo!!

Me gusta porque siento mi casa más casa y más mía.

Porque ha habido momentos este mes en los que me he sentido feliz de verdad.
También desgraciada, pero han pasado volando.

Me gusta octubre porque el año está casi terminando y lo que se acerca nuevo siempre es un reto e ilusión.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Y finales de mayo


Empecé a escribir las primeras palabras en un destartaldo vagón de tren. Podría estar en cualquier lugar, pero no donde estaba llegando y, como siempre, me sigue gustando la sensación . Y así, de repente, me di cuenta de todo el tiempo que llevo sin escribir una página mientras estoy de viaje.

Un buen amigo me dijo hace ya unos cuantos años que lo más increíble de viajar era eso raro que le recorre a una el cuerpo - eso inexplicable, de hecho- de tener la certeza de estar en otro lugar. Lo más importante y verdadero.

Ahora que todo parece un comienzo aunque esté acabando, a pesar de que viajar sea por trabajo, lo cual es también una suerte. Sólo puedo gritar!!! ¡Estoy feliz! feliz de seguir manteniendo un poquito de lo que siempre fui.

Yo que siempre quise
una maleta para mí
 cargada de mis sueños y recuerdos.
Yo que siempre quise
un lugar en el que empezar de nuevo.

Este momento en el que podría
volver a desear
un yo desconocido
al que enganchar mis movimientos
ahora que todo podría volver a ser otro
retroceder en mis pasos
recuperarme.

Sin esperarlo.
Yo que siempre quise
un amor
apoyado en una farola lejana.
Y lo veo irse
para no cocerlo

Ahora sólo me quedo yo
con la música
en una plaza llena de gente
sin escuchar apenas.

Y silencio.
La maleta, cerca.
Deseo volver
aunque sea por un momento
a la que soy
a lo que tengo
a lo que no quiero ser
a lo que no fue

martes, 15 de mayo de 2012

Mayo

No sé qué pasa 
si el tiempo
o yo misma


lunes, 6 de febrero de 2012

El árbol que pedía consuelo y el buscar para encontrar



























Esta tarde en lugar de ir directamente para casa estuve caminando un rato por el paseo de la ría. No hacía tanto frío, ni llovía tanto. Pero como ya estaba oscureciendo no me importó disfrutar un poco del aire fresco sin ese horrible cielo blanco que a veces tenemos la desgracia ver más días de los que merecemos.

A veces me pasa que miro las cosas más cotidianas, esas en las que apenas me fijo porque son una parte más de mi día a día y como en tantas ocasiones pienso que el tiempo se me va de las manos, con tanto pensar tan deprisa, lo que en realidad se me va son los días y todo lo que está alrededor. Y hoy que me vi como desde una nube, tan pequeña caminado deprisa, sola y empapada; que miraba alrededor y veía! me sentí extrañamente feliz. De estar donde estoy.

No sé si esto es el mundo al revés. Porque no soy la persona más optimista pero a mí este mal tiempo me pone de buen humor. Así que llegué a casa con voluntad (y ganas) de estar atareada y en esas me encuentro, haciendo tres cosas a la vez.

Además, hacer las cosas con ganas vienes a ser casi lo mismo que hacerlas con pasión. Y como parece que hoy todo encaja en mi cabeza con cierta lógica, se me ocurrió coger uno de mis libros favoritos, abrirlo al azar y encontrarme con el siguiente párrafo:

Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que nos las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, pueden explicar realmente por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa... o de la botella. Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego al azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos creen que solo serán felices en algún lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. Y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos. En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.
(La Historia Interminable)

Pues dicho queda todo por esta noche. Y yo me duermo hoy con una canción y un vídeo preciosos que me ha regalado esta mañana mi amiga Mari.

domingo, 5 de febrero de 2012

Además

















Porque cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor
Por ser Caperucita a ratos y comerme yo al lobo
Porque las rosas a veces huelen aunque sean de plástico
Y por las cerezas dulces, que nacen en primavera, casi verano



Febrero y el rojo rojo




























Se acabó el mes más triste del año y acaba de empezar uno de mis favoritos. A pesar de la tormenta y del frío polar, de los dolores de cabeza y de las ganas de todo lo que no he hecho, febrero llegó y aunque no soy muy de invierno éste, por ser tan corto, apetece saborearlo.

Y por eso algunos de mis deseos para el 2012 empiezan ahora (aplicables para todas las personas que quieran y quiero)

Quiero...
Estampar muchos besos en muchas caras y algún labio especial
Que el tiempo sí se pueda detener de vez en cuando
Hacer de mi casa un jardín de las delicias
Querer con el corazón (también a mi corazón)
Disfrutar de todos los placeres, sean pecado o no


viernes, 3 de febrero de 2012

Melancolía

Hacía mucho tiempo que no llevaba de emoción mis manos al pecho al final de una película. Me pasó hace poco con Melancholia, de Lars Von Trier. Y hace un par de días Eros pasaba cerca de la tierra sin peligro de colisión. Dicen que el 2012 es el final de nuestros males y bienes. Y a veces no quiero seguir leyendo el periódico, ni sabiendo nada de nada. Dicen que ojos que no ven, o leen, o saben, corazón que no siente.

Quien no quiera de la vida algo mejor no es melancólico, acabo de leer por casualidad en el blog de Juan Cruz (Amistad y Melancolía). Y es que sí, ha sido siempre una especie de extraña compañera que me acompaña cuando menos me lo espero y muy a menudo. Y me cae bien, porque me hace sentir una especie de felicidad y tristeza que a su manera reconforta.

Como aquella casa de un sueño hace muchos años y que recuerdo perfectamente.
La luz de Madrid entrando por una ventana, de una habitación que también recuerdo.
El mar Adriático aquel verano cuando era aún más joven y tenía tantos sueños.
Un pañuelo azul celeste.
Atravesar en autobús Castilla y ese atardecer.
Mirar hacia atrás y verme pletórica de felicidad sin motivo aparente.
Ahora...

Melancolía. En una de las primeras entradas en Google sale Historia de la depresión. Un poco más abajo tendencia a la tristeza permanente. ¿Cómo puedo encontrar placer entonces en ello? No es masoquismo, ni estoy deprimida, ni soy una infeliz permanente... simplemente creo que la vida puede ser mejor de lo que ahora vivimos. ¿No es eso un optimismo mucho más superior que el hecho de simplemente decir todo va a mejorar?

Yo veo lo que quiero ver, a mi modo, sea mejor o peor para quienes quieran verlo de una forma u otra. Si me falta disfrutarlo... puede que me falte, pero entonces dejaría de ser yo misma. Lo que quiero decir es que apreciar la tristeza momentánea no deja de tener algo de bonito.

martes, 17 de enero de 2012

El circuito del amor perfecto

Esta entrada se la tengo que dedicar a Iván Solbes, un ilustrador al que descubrí hace poco y al que recomiendo totalmente, tanto por la originalidad de sus dibujos (preciosos por cierto) como por su sensibilidad y cercanía, incluyendo la de los textos que muchas veces los acompañan.

Os dejo su circuito del amor perfecto y la descripción del mismo.

El circuito del amor perfecto. Válido para cualquier tipo de parejas, en este caso heterosexual. Consta de seis piezas conectadas entre sí: dos cerebros, dos corazones y dos sexos.

Los corazones en medio, centro de las pasiones y el amor, la parte más importante. Por encima los cerebros, el intelecto y el conocimiento, y por abajo, el sexo, el deseo y el placer.

Todas ellas imprescindibles porque:
Sin intelecto ni profundidad comunicativa el amor desemboca en una pasión incomprensible y sin sentido.
Sin corazón puedes llegar a ser un buen amante que sabe perfectamente dónde empieza y acaba la historia.
Sin sexo tu pareja puede ser tu hermana.

Así que mucho cuidado, cuida mucho este circuito, no lo quemes, no lo mantengas medio encendido y no dejes que ninguna de sus piezas se estropee.

miércoles, 11 de enero de 2012

Entre texto y texto surge ésto



Ojalá todas mis mañanas fueran tan positivas y llenas de energía.
Con tantas ganas de hacer las cosas que me gustan, me motivan, que me dan a mí misma un poco de lo que no he encontrado fuera. Si es que, en realidad, alguna vez lo necesité.

Para ti